Existen muchos tipos de alimentación alrededor del mundo, algunos más saludables que otros, pero sobre todo muy distintos entre sí.  A continuación, vamos a destacar algunas de las dietas más relevantes.

En primer lugar, hablaremos de la dieta mediterránea. Tradicional de los países del Mediterráneo, los principales que la siguen son: Grecia, Italia y España. Este tipo de alimentación se centra en ingerir productos de temporada, locales y tradicionales. El aceite de oliva, gran protagonista de esta dieta, ayuda a las personas a perder peso y bajar su riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular.

Una dieta parecida a la mediterránea pero con algunos cambios es la nórdica, contiene menos carne y más semillas integrales y productos orgánicos. Además de consumir frutas, verduras, huevos, aceite – en este caso no es de oliva, es de colza- y marisco. Mientras que la carne, lácteos, dulces y alcohol se consumen con moderación. Los principales países que siguen esta alimentación son: Dinamarca, Finlandia, Islandia, Noruega y Suecia.

La dieta asiática, no tiene nada de ver con las anteriores y es que, aunque no existe una sola dieta tradicional asiática, por norma general la pirámide de alimentación asiática posiciona el arroz, la pasta, semillas integrales, fruta, verdura, legumbres y frutos secos en ese orden, como esenciales.

Todo lo contrario que la francesa, donde la base de la alimentación son el queso, yogurt, mantequilla y pan. Un dato curioso, los franceses tienen uno de los índices más bajos de obesidad en el mundo y unas altas expectativas de vida a pesar de su dieta.  Realmente es una paradoja, pero también es importante saber que su ritmo de vida y sus porciones pequeñas son la clave de su buena salud.

Una dieta muy curiosa y distinta, es la Okinawa. Procedente de la isla del mismo nombre en Japón. Tiene una fuerte filosofía en su base en la que se dice que: “debemos comer hasta quedar satisfechos a un 80% y compartir todo alimento con nuestro vecino”. Su dieta se basa en modestas porciones de patatas dulces, arroz, vegetales de hojas verdes, soja, fruta, pescado, marisco, carne y té.

Una vez destacadas todas estas distintas alimentaciones, es fundamental decir que la mejor según varios expertos es la dieta mediterránea, porque combina verduras, fruta, cereales, arroz, pasta, frutos secos, entre otros alimentos. Que hacen que nuestro cuerpo se mantenga en pleno funcionamiento gracias a todas las vitaminas y minerales que nos aportan.

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