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Ya nos hemos despedido – un año más – de las cenas y comidas de Navidad. Toca decir adiós a la decoración navideña, a los villancicos y a la botella de anís del mono de la abuela. Pero a lo que muchos aun no podemos decir adiós es a los quilos de turrones, bombones y polvorones que siguen invadiendo nuestra nevera. Si no quieres tirar todos estos dulces, pero tampoco los quieres estar comiendo hasta abril, te proponemos una solución: cocinar.

Si, lo habéis oído bien. Los puedes convertir en postres más elaborados que harán que te comas los dulces que han sobrado sin aborrecerlos y evitarás también que se pongan malos. Toma nota:

– Helado de turrón: Si a ti también te parece que el turrón no se acaba nunca, esta receta te interesa. Puedes convertir tus tabletas de turrón en helado en un visto y no visto. Utiliza una tableta de turrón de Jijona (del blando), medio vaso de leche y un bote de nata líquida para cocinar. Debes mezclar todos los ingredientes de manera que queden homogéneos (puedes ayudarte de una batidora). Cuando tengas todo listo, vuélcalo en un tupper y al congelador.

– Rocas de chocolate: Si te han sobrado un montón de bombones y te has cansado de ellos, puedes darles una vuelta y transformarlos en rocas de chocolate con frutos secos. No importa si tienes bombones de varios tipos. Puedes derretirlos todos al baño maría y hacer las rocas a tu gusto. Mezcla el chocolate con frutos secos y tendrás un postre de lo más original.

– Bizcocho de polvorones: Lo bueno de los bizcochos es que admiten muchísimos ingredientes en su masa. De esta manera, puedes utilizar los polvorones que te han sobrado estos días de fiestas para hacer la masa de un rico bizcocho.

– Torrijas de roscón de Reyes: El roscón también es uno de los habituales en el congelador pasado fiestas. Por eso os proponemos hacer unas deliciosas torrijas aprovechando la masa del roscón. El truco está en bañar el roscón en leche para que se empape y no se deshaga y sustituir el tradicional pan por este dulce navideño.

– Flan de turrón: hay poca gente que se resista al poder del flan y si además es de turrón, el éxito esta asegurado 100%. Se prepara igual que un flan normal, pero añadiendo turrón a la mezcla de huevos, leche y azúcar. ¡Irresistible!

Así que ya sabes, si te pones manos a la obra puedes convertir los dulces navideños en espectaculares postres para toda la familia. Seguro que te lo agradecen 😉

La paella es un plato popular y controvertido a partes iguales. Es una receta que levanta pasiones, pero también genera discusiones entre familiares y amigos. Que si los ingredientes que utilizamos para prepararla, el tipo de arroz, si la comemos en plato o directamente de la paellera, que si para comer o para cenar….

Como hemos dicho en otros posts, hay tantas formas de hacer paella como gustos de sus comensales. Eso sí, hay una serie de errores comunes que debemos evitar:

• Error 1. El socarrat no es obligatorio. Meeeec! El socarrat es imprescindible e intocable, siempre que no pase de socarrat a quemado.

• Error 2. La paella por la noche es indigesta. Meeeec! Estamos delante de otro gran error. Y para dar respuesta citamos las palabras del chef con estrella Michelin Quique Dacosta: “Comer arroz por la noche no tiene ningún tipo de efecto pernicioso. Si a veces consideramos que un plato de paella trae una digestión pesada es porque el aceite con el que se ha elaborado estaba recalentado o incluso quemado”.

• Error 3. Gastarse mucho en marisco y poco en arroz. Se suele pensar que si el marisco (o carne) que lleva una paella es de buena calidad, la paella va a salir buena. Cierto es que son ingredientes indispensables y que, por supuesto tienen que ser buenos, pero a veces nos olvidamos que la paella es un plato de arroz. Y por eso, si escatimamos esfuerzos en elegir la mejor variedad, el resultado dejará mucho que desear, aun teniendo las mejores gambas.

• Error 4. La obsesión en que el grano quede suelto. Tendemos a obsesionarnos por el “que no se pase el arroz” y esta dura obsesión hace que a menudo nos quedemos cortos de cocción. Según los expertos la clave está en conocer el grano que se está usando y saber sus tiempos de cocción y su capacidad de absorber el caldo.

• Error 5. La polémica de los ingredientes. No vamos a entrar en detalle porqué nos daría para escribir varios posts, pero solo diremos que, para los más estrictos, paella es solo arroz con garrofón, tomate, judía verde plana, pollo, conejo, sal, aceite de oliva, agua y azafrán. Para nosotros la paella puede ser de carne, de marisco, de verduras o mixta. Para gustos los colores 😉

• Error 6. El vino blanco es el que mejor marida con la paella. Meeec! Otro error. Cierto es que un vino blanco joven o seco siempre acompaña bien a una paella de marisco o verduras, pero un rosado semi seco fresquito también puede quedar perfectamente.

Según la Confederación Española de Cooperativas de Consumidores y Usuarios (HISPACOOP), cada hogar tira al año más de 76kg de alimentos a la basura. En otras palabras, los españoles tiramos alrededor del 18% de la comida que compramos y según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO), desperdiciamos entre todos más de 7,7 toneladas de alimentos al año.

El problema es grave desde el punto de vista ambiental pero también económico. En el ámbito ambiental, supone un grave daño a los recursos naturales de los que dependemos para alimentarnos. El desperdicio de alimentos es responsable del 8% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. A nivel económico es evidente: desperdiciar alimentos provoca pérdidas en nuestro bolsillo. Según la FAO el coste total de la pérdida por el desperdicio de comida es de mil millones de dólares a nivel mundial.

Ante estas cifras es evidente que, tanto en casa como en los restaurantes, todos tenemos que aportar nuestro granito de arena. Por eso hoy vamos a proponeros algunos trucos para luchar entre todos contra este grave problema:

• Planifica: Evita comprar en exceso y usa una lista de la compra con aquello que vas a necesitar para preparar tu menú semanal.
• Reaprovecha: Se creativo e inventa nuevas recetas con las sobras que tienes en la nevera.
• Organiza la nevera: se trata de poner en la primera fila de los estantes del frigorífico los productos que van a caducar antes. De esta manera serán los que cogeremos primero y evitaremos que caduquen olvidados en un rincón.
• Congela: si veis que no sois capaces de gastar todo lo que habéis comprado, el congelador siempre es una buena opción.
• Cocina las raciones adecuadas por persona: evitar hacer comida para 5 cuando solo coméis 2 ayudará a evitar tirar mucha comida.
• Y este truco parece broma, pero lo dicen todos los expertos: ¡evita hacer la compra con hambre!

TOO GOOD TO GO

A nivel de restauración existen iniciativas que ayudan a reducir este desperdicio alimentario. En concreto des de Gustos Barcelona operamos con Too Good To Go, una app que conecta a establecimientos con excedentes diarios de comida con personas dispuestas a re-comprarlos a precios muy reducidos (de 2 a 5 euros por tupper). De momento, esta aplicación ha conseguido sumar a la causa más de 9,5 millones de usuarios. Estos, con la aportación de los más de 17.000 establecimientos asociados ya han conseguido salvar más de 10 millones de packs de comida. Y desde Gustos estamos muy orgullosos de aportar nuestro pequeño granito de arena en la lucha contra el desperdicio alimentario.

Todos sabemos que pasar el mes de agosto en Madrid puede resultar duro debido a las altas temperaturas que registra la capital. Pero si eres de los que no tiene más remedio que quedarse durante los meses más calurosos, ya sea por qué te toca trabajar o porqué aún no has podido coger unos días libres, hoy te vamos a proponer algunos planes para que este calor sofocante se haga, por lo menos, más soportable. 

Primero de todo y siguiendo el primer mandamiento de todo madrileño en verano, debéis evitar salir a pasear durante las horas centrales del día. Esas horas solo son para estar bajo un aire acondicionado, ya sea en el trabajo, en casa o en un restaurante. Por eso, durante esas horas, podéis aprovechar para pasar por la cueva comedor de Gustos Madrid y a parte de resguardaros de los 32º de media que registra la capital en agosto, podréis poneros las botas degustando una de nuestras paellas o arroces.

Por la tarde, si tenéis la suerte de hacer horario intensivo y no tenéis que volver a pasar por la oficina, también hay otros planes para evitar coger un golpe de calor. Hay para todos los gustos: Desde un Room Escape, a pasar la tarde en un museo o en una de las muchas piscinas municipales que ofrece Madrid a sus habitantes, ya convertidas en un bien necesario en estas fechas.

Una vez pasadas esas horas críticas, el calor deja de ser tan sofocante y ya van cogiendo protagonismo los planes al aire libre. No hace falta que os contemos lo agradable que es pasear cuando baja el sol o sentarse en una terraza y disfrutar de la noche madrileña. Y si es delante de unas tapas y una buena copa de vino, ¡mejor que mejor! Por eso os proponemos que, paseando por el centro de Madrid y viendo como las calles de la capital van volviendo a acoger vida, os acerquéis a la Plaza Mayor. Allí os esperamos en la terraza de Gustos para proponeros el mejor plan para tus cenas de verano 😊

El queso es al vino lo que la sal a una ensalada, lo que el tomate al gazpacho o lo que el arroz a la paella. No se entienden el uno sin el otro, pero es que ahora la ciencia ha puesto en evidencia con datos, lo que todos sabíamos: el vino sabe mejor si se toma con queso.

Un grupo de científicos del Centro del Gusto y los Hábitos Alimenticios de Francia ha publicado en el Journal of Food Science un estudio que ha demostrado que el queso potencia los sabores y aromas del vino. En concreto, el estudio consistió en hacer probar a un grupo de personas una muestra de 4 vinos (un Pacherec dulce, un Sancerre seco, un Bourgonge de mucho cuerpo y un Medirac afrutado) con 4 quesos (dos de leche de vaca, un queso Roquefort y un queso de cabra) y hacerles describir sus percepciones.

De esta manera, el estudio pretendió mostrar cómo la percepción y el gusto del vino cambia después de comer un trozo de queso. El resultado fue que ningún queso tuvo un impacto negativo sobre el vino. Por el contrario, los hicieron más agradables. En el caso de los vinos tintos, los 4 quesos disminuyeron la duración de la astringencia al tiempo que incrementaban el aroma de frutos rojos. En el caso del blanco dulce, no se detectaron cambios significativos mientras que el en blanco seco, el queso impactaba de forma positiva en su aroma dominante.

La explicación científica tiene que ver con los taninos. Estos, son unos compuestos químicos que se encuentran de forma natural en la piel y en las pepitas de las uvas y son los responsables del color y del sabor áspero del vino. En contacto con la saliva los taninos coagulan la mucina, una proteína encargada de lubricar la boca. Al formarse estos aglomerados, se crea una sensación de sequedad que desaparece cuando segregamos saliva. Y en este punto entra el queso, ya que sus grasas contienen proteínas que se unen a los taninos antes de que éstos formen aglomerados de mucina y por lo tanto evita esa sequedad que se nos queda en la boca después de tomar un sorbo.

Según la autora principal del estudio: “Gracias a nuestra investigación hemos aprendido que la duración de la astringencia de un determinado vino podría reducirse después de tomar queso y que los 4 quesos evaluados tuvieron el mismo efecto”. En otras palabras, da igual cual sea tu queso preferido. Si lo compartes con una buena copa de vino, siempre te quedará un mejor sabor de boca 😉.

¿Cuál es exactamente la receta de las patatas bravas? Aquí radica la peculiaridad de esta popular tapa. Cada uno las hace a su manera y aunque todos tengamos nuestras favoritas, nunca viene mal probar cosas nuevas.

Hay quien las prefieren con salsa de tomate y con un punto de picante (salsa brava), con mayonesa y tabasco, con alioli o incluso con un poco de ajo, kétchup, mayonesa y un toque de cayena. Si están bien hechas, todas pueden tener su punto, pero… ¿Sabes distinguir un buen plato de bravas?

El secreto está en el equilibrio. Ya puedes tener las mejores patatas del mundo y una salsa elaborada por un cocinero con 3 estrellas Michelin, que si fallas en la cantidad el plato perderá toda su esencia. En resumen, la cantidad de ingredientes debe estar equilibrada tanto en el plato como en la salsa. Y aunque cada receta de salsa brava es un secreto guardado bajo llave por muchos chefs, no debe prevalecer un ingrediente por encima de otros.

Otro de los trucos esenciales para saber que nos encontramos delante de un plato excepcional de bravas es el punto de fritura de las patatas. Estas tienen que estar ligeramente crujientes por fuera y tiernas por dentro. Esto se consigue cortando las patatas a un mismo tamaño. Desconfiad de un plato de bravas con patatas de tamaños muy diferentes entre sí. Para hacerlas, primero se tiene que freír a fuego medio (100º aproximadamente) y luego subir el fuego a tope los últimos minutos para conseguir esta textura crujiente.

También es fundamental que la salsa este a temperatura ambiente. Tanto salsa brava como alioli tienen que estar servidos a temperatura ambiente, ya sea encima de las patatas calentitas o en un cuenco al lado. Además, es importantísimo que las salsas sean cremosas: ni demasiado líquidas ni demasiado pastosas.

No diremos que hay una salsa brava ideal, ya que hay recetas para todos los gustos y cada maestrillo tiene su librillo. Eso sí, cada cocinero tiene esa especia o ese detalle que hace de su plato algo único. Pimentón, ñoras, pimiento rojo, tomate, ajo, cayena… ¿Con cuál te quedas tu?

Hay alimentos muy típicos de nuestra gastronomía que dividen más a la sociedad que la política o el fútbol. Por ejemplo, media España no entiende una tortilla de patata sin cebolla, y la otra media piensa que la tortilla con cebolla debería estar prohibida por ley. Otro claro ejemplo es la paella. Hay quien solo entiende la paella con marisco y al resto lo llaman “arroz con cosas” y para otros la paella es cualquier tipo de arroz, ya le eches marisco, carne o verduras. Y es que con la tortilla o la paella no se juega.

Hoy vamos a analizar los alimentos que generan más controversia entre los españoles:

• El Roscón de Reyes con nata o sin nata: la receta original del postre estrella del Día de Reyes es un bollo elaborado con agua de azahar de Sevilla y ralladura de naranja natural, sin ningún tipo de relleno. Hace unos años, sin embargo, empezó a popularizarse la tendencia del relleno, principalmente de nata. Hay quien no puede imaginarse el roscón sin nata, y los hay que consideran comérselo relleno un verdadero sacrilegio.
• Pizza con piña: En Latinoamérica es muy normal añadir dulces dentro de la comida y muchos chefs consideran el rechazo a este alimento como ingrediente, por ejemplo, de una pizza, una mera cuestión cultural. Los otros, más defensores de la tradición italiana por lo que a la pizza se refiere, se ponen las manos a la cabeza cuando oyen hablar de piña.
• Tortilla de patata: ¿Con o sin cebolla? El mundo se divide entre los que ponen cebolla a la tortilla y los que no. Y aunque esto va a gustos totalmente, según varios chefs, para que la tortilla de patata funcione con cebolla, la patata tiene que estar entera y el huevo muy fresco y poco cuajado.
• Pan con tomate: Este simple pero delicioso plato también genera controversia entre sus amantes. Hay aquellos que piensan que el pan sin untar está seco, es insípido y aburrido. Este grupo se lo come untado ya sea para acompañar un buen jamón, un trozo queso. Por el contrario, hay quien piensa que el pan con tomate quita el sabor de otros alimentos a los que acompaña, por ejemplo, del jamón.
• Por último, pero no menos importante, están los que llaman paella a cualquier tipo de arroz. Y los que solo oír la palabra paella para definir un arroz con setas, endivias o alcachofas se ponen nerviosos y entran en crisis. Para ellos, lo que salga de la tradicional receta de paella con ingredientes frescos de la huerta, del mar o carne como el pollo o el conejo es “arroz con cosas”. Ni más, ni menos.

¿Y tú, de qué eres?

Si eres de los que te gusta viajar en Navidad y este año has elegido Barcelona como destino turístico… ¡Enhorabuena! Te vamos a contar qué visitar en la ciudad condal y qué es lo mejor que puedes comer entre visita y visita, por supuesto en Gustos Barcelona 😉

La ruta turística que te hemos preparado empieza en pleno corazón de Barcelona: En Plaza Catalunya. De ahí puedes callejear por el barrio gótico, donde verás la Generalitat y el Ayuntamiento de la ciudad en la Plaza Sant Jaume. Puedes bajar y perderte por los callejones estrechos del Born y darte un paseo por las Ramblas. Y como no acabar en el Port Vell y coger fuerzas con una tapa en Gustos Maremágnum.

Acto seguido puedes dirigirte hacia Montjuic, para ver sus majestuosas fuentes y entrar al MACBA, el Museo de Arte Contemporáneo y Moderno de Barcelona. Y como ya habrá llegado la hora de comer, y necesitarás coger fuerzas para una tarde movidita, nuestras fantásticas paellas te esperan en Gustos Las Arenas.

Por la tarde te proponemos un clásico, pero imprescindible: Gaudí. Ir a Barcelona y no ver La Sagrada Familia o la Pedrera es un pecado capital. Para ir abriendo boca te contaremos que la Sagrada Familia es una basílica católica y uno de los ejemplos más conocidos del modernismo catalán. Es todo un símbolo de la ciudad y estamos seguros que te cautivaran sus formas geométricas. Respecto a la Pedrera es un edificio modernista situado en pleno Paseo de Gracia. Fue un encargo de Pere Milà i Camps al archiconocido arquitecto para que fuese su vivienda particular. Sus atrevidas formas onduladas vienen a representar los 4 amores de Gaudí: el mar, Catalunya, la naturaleza y la arquitectura.

Y para acabar un día redondo, es imprescindible ver una buena puesta de sol. Por eso te recomendamos que subas a los Búnkers del Carmel, en el Turó de la Rovira. Son un mirador de la ciudad de Barcelona donde se encuentran los restos de una batería aérea de la Guerra Civil Española y seguramente ofrecen la mejor vista aérea de la ciudad.

Foto: Equipatgedema.cat

La plaza Mayor de Madrid es uno de los puntos más emblemáticos de la ciudad. Es una plaza porticada declarada Bien de Interés Cultural, se accede a ella a través de 10 entradas situadas en sus 4 lados y desde su creación ha servido de escenario para grandes eventos municipales. ¡Ah! Y cuenta con numerosos túneles subterráneos que hoy en día se utilizan como cuevas comedor por los restaurantes de la zona. ¿Quieres saber el origen de estos túneles?

La Plaza Mayor esconde muchos secretos, unos a ras de suelo otros como ya hemos dicho se encuentra bajo el asfalto. A ese nivel, la plaza esta comunicada con túneles, galerías, pozos que no parecen tener fondo y falsas puertas que quien sabe dónde iban a parar, y que seguramente fueron compartidos por reyes, amantes, militares, bandidos y prisioneros de épocas remotas.

Cuenta la historia, que los túneles de la plaza eran bien conocidos por el héroe local Luis Candelas. Para los qué no lo conozcáis, era un ladrón que, sin derramar una gota de sangre, esquivaba a la policía de pasadizo en pasadizo ayudado por supuesto por anfitriones de los edificios de la calle San Miguel y Cuchilleros.

Actuaba con el sobrenombre de Don Luis Álvarez de los Cobos, para pasar desapercibido entre la nobleza madrileña y ganarse así su confianza. Cuando ya estaba introducido en el grupo y era considerado uno más, les robaba para luego repartir sus ganancias entre los pobres. De ahí el apodo del “Robin Hood madrileño”.

Hoy, los escondites por los que huía se han convertido en cuevas donde los restaurantes tienen sus comedores. Gustos Madrid, situado en la esquina suroeste de la plaza, al lado del Arco de Cuchilleros, cuenta con una de ellas adaptada con decoración moderna y cálida. Un espacio único donde podrás degustar tranquila y cómodamente de una de nuestras paellas.

El aceite de oliva es un imprescindible de la dieta mediterránea. Conocido como oro líquido, contiene grandes cantidades de ácido oleico, antioxidantes y otros nutrientes antiinflamatorios que pueden reducir los niveles de colesterol malo o prevenir el envejecimiento prematuro. Lo puedes degustar en una ensalada o encima del pan… Sea como sea… ¡en Gustos nos encanta!

Varios estudios han comprobado las cualidades nutricionales del aceite de oliva. Hoy nosotros queremos presentaros algunos de los beneficios que puede aportar a vuestro organismo:

• • Previene las enfermedades cardiovasculares: los ácidos grasos presentes en el aceite de oliva virgen, ayudan a reducir el colesterol LDL (más conocido como colesterol malo), mientras que aumenta los de colesterol HLD (colesterol bueno), incrementan la vasodilatación arterial, mejorando la circulación sanguínea y disminuyendo la presión arterial.
  • Favorece la función digestiva o dicho en otras palabras, nos ayuda a hacer una buena digestión y nos protege contra enfermedades gastrointestinales.
  • Contribuye a una correcta mineralización de los huesos y también a su desarrollo. Por eso es muy importante que el aceite de oliva este presente en las dietas de los niños durante su etapa de crecimiento.
  • Acción antiinflamatoria gracias a sus contenidos de oleocantal. Puede ayudara reducir dolores asociados con las articulaciones y los músculos. Un masaje con aceite de oliva ayudará a aliviar el dolor y la hinchazón de una parte localizada del cuerpo.
  • Por su alto contenido en grasas saludables monoinsaturadas, el aceite de oliva podría retrasar o impedir el deterioro mental vinculado a enfermedades como el alzhéimer.
  • Fortalece el sistema inmunitario gracias a los antioxidantes y otros nutrientes esenciales que ayudan a fortalecerlo.
  • Disminuye la presión arterial: Solo 3 cucharadas diarias de aceite de oliva pueden ayudar a disminuir los niveles altos de presión arterial.
  • Controla el colesterol gracias a las grasas monoinsaturadas, encargadas de aumentar los niveles de colesterol bueno y estimular la eliminación del malo.

Tanto por el sabor que deja en nuestros platos, como por los múltiples beneficios que aporta a nuestro organismo, una dieta sana y equilibrada no se puede entender sin este delicioso ingrediente.